Considerando las dificultades económicas que esta pandemia trae consigo, el 19 de marzo se dio a conocer un primer Plan Económico de Emergencia de casi el 5% del PIB del país, con el objetivo de mantener las relaciones laborales, entregar algunos beneficios tributarios, fortalecer BancoEstado y otorgar mayores recursos para el Fisco, entre otras medidas.
Esta segunda etapa, complementa las medidas tomadas por el Banco Central y la Comisión para el Mercado Financiero, con dos grandes focos:
- Proteger a las familias vulnerables con la creación de un fondo por US$ 2.000 millones.
- Ayudar a los emprendedores que lo requieran, a través de líneas de crédito especiales de hasta US$ 24.000 millones, que pondrá a disposición el Estado, y que deberán ser traspasadas por los bancos. De esta manera, se busca acortar el riesgo de crédito.
Los bancos comprometidos a participar en este programa deberán otorgar estos créditos en forma simple, masiva, expedita y a tasas de interés preferenciales. Quienes presten estos recursos deberán reprogramar todos los créditos preexistentes y postergar la amortización anterior hasta que esta nueva línea esté completamente pagada.
Al mismo tiempo, las empresas beneficiadas deberán utilizar estos recursos para sus actividades operativas y para mantener en marcha sus negocios en esta emergencia.