La expresión que más se repite en esta pandemia es “sin precedentes”. Estamos viviendo algo inédito, impactante y extremadamente complejo. En el plano económico ocurre lo mismo. Vemos una y otra vez medidas, datos y perspectivas “sin precedentes”.
Primero, y lo más obvio, se ha generado una crisis económica de una escala inusitada, muy rápida y muy profunda, y por una causa externa a la economía. Todas sus consecuencias son todavía desconocidas. Hemos visto algunas inéditas, como precios del petróleo negativos y caídas en el producto o de la actividad industrial en magnitudes espeluznantes. Y seguimos haciéndonos la misma pregunta: ¿cuánto más durará la crisis, cuán profunda podrá llegar a ser y cuándo veremos una salida?
Todo parece indicar que no tendremos una verdadera recuperación mientras no descubramos una vacuna. Lograr una vacuna habitualmente toma varios años. En este caso, vivimos de la promesa de que será posible en mucho menos tiempo. ¿Cuánto? Las proyecciones optimistas-realistas hablan de 12 a 18 meses. Luego vendrá la fase de producción, que deberá ser masiva, y la inoculación de la población mundial. El proceso completo hasta que toda la humanidad esté protegida contra el virus podría tomar 4 a 5 años.
Las proyecciones económicas para este año han ido ajustándose progresivamente a la baja. El FMI preveía una caída mundial de 3% en abril pasado. Para el consenso de los economistas, esto es ahora una proyección optimista. Para la zona euro, algunos proyectan hoy un descenso del PIB del 13% este año. ¿A medida que avance el año veremos nuevos ajustes a la baja? No lo sabemos todavía. Nuestro Banco Central estimó que en cada mes, con medidas de restricción, la baja del PIB nacional podría estar entre 12 y 15%. Los datos de abril comprobaron que su pronóstico estaba acertado: tuvimos una caída del producto de 14,1%. También, dijo que en la serie anual podríamos esperar un descenso equivalente a un punto porcentual por cada mes de restricción. Es decir, si estuviésemos seis meses con medidas de restricción severas por la pandemia, cerraríamos el año con una baja del PIB de alrededor de 6%. Economistas como Andrés Velasco han proyectado que la caída podría estar entre 5 y 10%.